Las edificaciones industriales son quizás la tipología de edificios que más sufren por el factor uso. Degradación de suelos por golpes, rodaduras, tránsito de maquinaria o grandes cargas, ataques químicos, etc que hacen inevitable la necesidad de actuar sobre ellos para reparar o sustituir las capas de rodadura o acabado e incluso a veces la base o sub-base.
Un perfecto conocimiento de las aplicaciones y ejecución de los distintos sistemas existentes actualmente en el mercado será la garantía de una mayor durabilidad y amortización de la inversión realizada.
Otra actuaciones habituales son la ampliación de los espacios de oficina o almacén, la creación de nuevos espacios, o la ampliación de naves industriales.
Cada vez más se ven conversiones de naves de polígonos industriales en los que una actividad que en su día era básica localmente a disminuido o incluso desaparecido, en espacios destinados a oficinas u oficinas y almacén. En estos casos un buen proyecto habrá sabido aprovechar la estructura original, habrá redistribuído los espacios y creado algunos nuevos, y habrá originado nuevos esquemas de instalaciones y servicios. En obra todas estas adaptaciones requieren de un estudio pormenorizado para que su ejecución se adapte a lo ya existente.